Anoche vi el documental sobre Estambul en el programa Planeta Finito.Aguanté despierta esperando que mostrara todo lo que yo vi en Estambul y me hiciera recordar el ambiente, los olores, los sonidos, los atardeceres... Es algo totalmente diferente a todo lo vivido, una sensación de paz cuando se escucha la llamada a la oración, un barullo en las calles... algo difícil de describir con palabras, pero que una cámara puede recoger casi a la perfección, ayudado por un texto que acompañe y nos haga caer en ese ambiente.
En cambio lo que me encontré en Planeta Finito fue una caricatura de Estambul, típica visita turística a la Mezquita Azul, Santa Sofía, derviches, danza del vientre y poco más. El
típical guiri tour. Y estambul es mucho más que eso. La presentadora (no sé cómo se llama, pero es la que hacía de Belén Esteban en
Homo Zapping y es tan chabacana como su personaje) trataba a los turcos como si fueran idiotas, y no dio nada de juego. Fue más a lucirse ella que a mostrar la ciudad. El único olor que destacó de allí fue el olor a pies que había dentro de las mezquitas, cuando toda la ciudad huele a especias, carne asada y cientos de olores mucho más destacables que ese.
La gente que haya visto este documental pensará que lo que hay allí ya lo ha visto en postales y en la tele, uqe no merece la pena ir a verlo. Yo opino todo lo contrario, a pesar de que el documental quite las ganas de visitarlo, merece lapena, por lo menos una vez en la vida, vivir y sentir Estambul.